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miércoles, 15 de octubre de 2008

Todo pasa por una razón... el detalle es que lo notes


Como bien dice ese dicho de que de todo se aprende, la siguiente historia demuestra firmemente que la vida es una maravillosa oportunidad de recibir lecciones, hasta de las cosas más pequeñas. Todo tiene un propósito, un motivo de existencia, la diferencia de lograr comprender esto, llevando a cabo una reflexión interna y de no dejar que pasen inadvertidos ciertos detalles. Se trata de comprender que la vida es una amplia vía, que te lleva a descubrir cosas nuevas, después que se tenga como principal herramienta, el poner atención.

Todo comenzó con una galleta, ya que me disponía a sacar una de un paquete. Todas eran iguales, la misma forma, tamaño y color. Me dispuse a agarrar la primera, sin embargo cuando iba para la segunda, me di cuenta que esta se desmoronó en mis manos. A diferencia de la primera, que estaba en su forma original, la segunda se partió y debilitó.

Llevando esto a nuestra realidad me puse a analizar, que los seres humanos, a pesar de vivir en un mismo sitio y pasar por circunstancias parecidas o en ocasiones iguales, cada uno responde de manera diferente a los golpes que da la vida. Al igual que el paquete de galletas, en donde un grupo compartía similitudes, una de estas no aguantó la presión y se partió. De igual manera las personas no reaccionamos igual ante una misma situación. Hay quienes son fuertes de carácter, espíritu y poseen esas habilidades necesarias para sobrellevar esos golpes o problemas que le dejan el diario vivir. Contrario a esto, hay personas que los golpes los derrumban, les hacen heridas que fracturan su fuerza, sus capacidades y limitan su funcionamiento dentro de un grupo social.

Es curioso como a veces se nos hace difícil entender el porque algunas personas reaccionan de forma destructiva ante una situación, ya que si hemos pasado por lo mismo y hemos logrado superarlo, sentimos que todos pueden. Pero gran error, ya que cada individuo trae consigo un equipaje interior, que esta complementado por valores, experiencias, destrezas aprendidas y el grado de espiritualidad que posean. A pesar de que todos somos seres pensantes y capaces, hay veces que debido a la circunstancia o a la determinada etapa de vida por la que se esta atravesando, se ven limitadas las fortalezas que se poseen. Lo que es un problema pequeño y fácil de resolver para mí, para otra persona se puede convertir en la gota que desborda el vaso, logrando así que esa persona sienta que no puede más.

Debido a esto, considero que lo importante en esta vida es comprender, que todo pasa, que por más golpes que recibamos en el trayecto de nuestra vida, más allá de eso, nos espera algo maravilloso: el seguir viviendo con el recuerdo de que en un momento dado, necesitamos de vendas y en ocasiones un yeso, que ayudará a reparar aquellas áreas que fueron lastimadas o fracturadas dentro de nuestro ser. Los mismos son sumamente indispensables en nuestra vida y se transcriben a nuestra realidad, cuando recurrimos a Dios, familiares, amigos, profesionales, o todas aquellas capacidades o destrezas que desarrollemos en el trascurso de las pruebas que atravesemos.

Reflexiona sobre todas esas cosas que has logrado sobrepasar y analiza la manera en que hoy en día las recuerdas. Tú y solo tú tienes la prerrogativa de sentir que fueron necesarias para moldear de una u otra forma tu existencia, o tomarlas como detalles sin sentido, equivalentes a que llevas aún el dolor de algo que pudo ser sanado con el paso del tiempo.

1 comentarios:

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Que profundamente cierto lo que expones y que bella forma de decirlo... Si, nada es azar y el Universo o Dios, como desees decirle, tiene todos los detalles perfectamente ubicados para llevarnos a la luz y la dicha

Paz&Amor

Isaac