
Esto me hizo pensar sobre hasta dónde puede ser capaz de llegar una persona por amor. La realidad es que he escuchado esto a menudo. Gente que expresa… por ti seria capaz de tal o cual cosa. Las promesas son muchas, y la gente que se las cree más. Muchas de estas promesas pueden ser ciertas, pero hay muchas más que se quedan en el vacío. En ocasiones me atemoriza ver que en este mundo para muchos las palabras son sólo recursos para poder obtener algo y quedan dichas sin tener sentido, ni ser reflejo de la honestidad de esa persona, ya que al pasar del tiempo no tienen significado.
Indiscutiblemente el amor por una persona es algo que trasciende muchas cosas. Es más, no se sabe cuán capaces somos de algo hasta que se ama. El amor incondicional rompe barreras, adorna nuestro alrededor, no busca imperfecciones, pasa por alto muchas cosas, y sin duda alguna, quizás hay gente que estaría dispuesta a hacer lo que hizo el protagonista de la película, con tal de prolongarle su vida a la persona amada. Aunque no se debe pasar por alto, todas aquellas personas que cuando más se le necesita, por alguna extraña razón se alejan y se olvidan de ese amor que alguna vez los unió.
Ahora bien, me parece que más allá de un acto heroico, exagerado o poco común. El amor se demuestra con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Si yo estuviera al borde de la muerte, lo que esperaría de mi pareja sería que me envolviera en sus abrazos, caricias, detalles, palabras que me hagan sentir amada. Que decorara mis días con la armonía de su compañía. Que sus besos me hicieran sentir que lo vivido valió la pena. Su calor y compañía vistieran mis miedos con un abrigo de seguridad incomparable. Esa seguridad que solo brinda el sentir que se está con la persona correcta.
A veces, las personas pierden de perspectiva lo verdaderamente importante. En una relación de pareja el compromiso, la solidaridad, la confianza, el apoyo, las palabras, el escuchar y hasta la amistad son esenciales y no deben pasar a la lista de lo pasado. En lo ajetreado de nuestro diario vivir, en ocasiones se le da importancia a las cosas que no la tienen. Se pierde la magia, esa pasión, esa dulce sensación que brinda compartir con la persona amada. No hay nada que se compare con uno sentirse importante para esa otra persona. El uno sentir que se le brinda tiempo, sin pedirlo. Más aún que esa otra persona disfruta y busca el compartir con uno. Que no se ponen excusas, porque esas son las que alejan cada vez más. Saber que se forma parte de las prioridades de esa persona. Esas cosas no tienen comparación… y sin eso, lo demás pierde sentido, así me ofrecieran ser capaz tirarse en paracaidas por mi.