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domingo, 6 de septiembre de 2009

Una anécdota más...


Las circunstancias llegan, nos ocurren cosas, y los sucesos nos marcan de una manera u otra. Atravesamos momentos de felicidad, alegría, tristeza, soledad o enfermedad. Sin embargo, en lo agitado del mundo y en el estrés en el que vivimos, solemos encerrarnos en nosotros mismos, llegando a olvidar que lo que nos afecta a nosotros, también puede afectar a otros. Inclusive por alguna extraña razón creemos que “mis cosas son mías y a nadie le importan”.

Error… La realidad es que vivimos en sociedad y en este “bote” en el que vivimos, si las cosas van mal de un lado, también se afectan las personas del otro lado”. En fin, estaba pensando en esto, porque ayer estaba hablando con una persona, a la cual le comente que me había asustado porque pensé que había tomado una mala decisión. Esta persona me contesto “¿Pero por qué?, si el que me jodo soy yo”. Si, definitivamente tenía razón, y por eso no dije nada y seguí la conversación hablando de otras cosas.

La realidad es que me quede pensando en esto, más que nada porque me sentí incomoda por su reacción a mi genuina preocupación. Lo que provocó que por unos minutos me sintiera fuera de lugar por preocuparme por otra persona. Pero luego de analizarlo, esto me hizo pensar en lo común que es creer que los demás no deben meterse en nuestras decisiones. Esto quizás es cierto, pero no es menos cierto, que hay personas que no están acostumbradas a que los demás se preocupen por ellos.

A pesar de lo agitada que resulta ser la vida en estos tiempos, la realidad es que hay cosas que no deben perderse. Me parece que la capacidad que tenemos de preocuparnos por los demás y dejarles saber que son importantes para nosotros, no la debemos dejar desaparecer por ningún motivo. Hay cosas que no las decimos, por miedo a la respuesta que tendrán los demás. Sin embargo, creo que vale la pena el poder sentir la emoción de ser genuinos y honestos con los demás y con nosotros mismos,

Hey…. Tienes razón, el que se jode eres tú, pero también me incluyes sin saberlo, de manera directa o indirecta en tus decisiones y acciones. No olvidemos que los demás (familiares, amigos, pareja, vecinos, compañeros de trabajo, etc.) se convierten en los mejores espectadores de nuestra vida.

2 comentarios:

Susana Vera-Cruz dijo...

Mi querida Glarys, cuànta razòn tienen tus palabras por experiencia propia, pues yo me preocupè siempre mucho tiempo por lo que le pasaba o decidìa cierta persona y la respuesta era como la que te daban..."yo nomàs me jodo" y que triste es sentirse fuera de foco con respecto a ese àlguien.
Hoy pienso que nunca le importò que otras personas se preocuparan por èl o bien nunca ha experimentado la capacidad de colocarse en el lugar del otro ante una preocupaciòn, problema o lo que sea.
Creo que nunca ha tenido empatìa, elemental para este mundo tan autista a veces y tan egoìsta sin razòn.

Un besito mi querida y recordada amiga y ya estoy de nuevo en tu mundo.

Que tengas un lindo fin de semana.

Agualuna-Sussy

Glarys dijo...

Esas cosas pasan y realmente son muchas las personas que nos encontramos asi.... Pero... no debemos dejar que nos quiten nuestra esencia! :) Hay que seguir... segui el camino.

Gracias por tu visita, muchos saludos!!