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viernes, 9 de enero de 2009

Pensando sobre mi sociedad…

Vivo en una sociedad confusa. Es una sociedad donde se le hace culto a las cosas negativas, y se siente felicidad por contar el mal ajeno. Una sociedad donde la intolerancia, insensibilidad, apatía cada día son más grandes y acaparan los corazones de las personas. Basta con ver las noticias, leer los periódicos, con salir a la calle. Realmente uno se sorprende viendo el estrés con el que la gente vive. En la carretera puedes envejecer si esperas que alguien se tome la molestia de darte paso, en las tiendas la gente compra con un afán como si toda la mercancía se fuera a acabar para siempre. El consumismo, hace que se pierda de perspectivas las verdaderas prioridades en la vida. El egoísmo, se convierte en un modo de vida, donde todo lo que se ve se quiere, no importa a que costo. La envidia, hace que no se vea a las personas, y se sienta alegría por sus logros y meritos, sino que provoca que se cultiven malos sentimientos y acciones contra lo demás. La insensibilidad provoca que se vean los problemas de los demás, como asunto asilado en el que no se puede ayudar porque no se tiene que ver. La intolerancia crea que se crezca con la percepción de que lo diferente es malo.

Esto me hizo pensar en cómo sería la vida en una tribu asilada. Lejos de los centros comerciales, de miles de carros en la carretera, de personas malintencionadas, de gente que esta a tu lado con doble intención, de personas intolerantes, de religiones que dividen, de ideales que perturban, de guerras sin justificación, de abusos sin castigo, de vagancia, lejos del dinero, del egoísmo, de la envidia, de las modas, de la política partidista, de la gente que ve barreras y no oportunidades, de las fabricas que contaminan…

Por ejemplo…

Los sentineleses
son una de las últimas tribus aisladas del planeta. Se cree que este pueblo llegó al archipielago hace 60.000 años procedentes de África. Ellos viven ocultos en la isla Sentinel del Norte, en el Océano Índico. No se conoce su número exacto -pueden ser de 50 a 200 personas- y tienen una lengua que no se habla fuera de su comunidad.


Isla de Sentinel

Cazan tortugas y cerdos salvajes, recolectan frutos y vegetales en la selva y pescan en la costa. No utilizan ropa, se mantienen desnudos, excepto por un elegante cinturón de fibra vegetal (los hombres) y un mínimo taparrabos (las mujeres). Por otra parte, son conocidos por su poca predisposición a tratar con los forasteros.
En numerosas ocasiones se ha intentado acercarse a ellos a lo que han respondido con ataques violentos de flechas e incluso matando. En la actualidad, se ven amenazados por pescadores furtivos que pescan y bucean capturando langostas ilegalmente alrededor de su isla.
Como dato curioso, tras el Tsunami del 2004, mostraron una resistencia ya que sobrevivieron sin permitir ningún tipo de ayuda exterior. A pesar de su exagerado aislamiento, los sentineleses son un gran ejemplo de superación, autosuficiencia y supervivencia tanto ante la hostilidad de los hombres como ante la crueldad de los desastres naturales.

Bueno…

Viviendo en una tribu, quizás tendría otros problemas, quizás tenga otras preocupaciones, quizás sufriría de otras cosas y tendría otros valores y prioridades… pero creo que hace falta un alto. Hace falta el compromiso, la solidaridad, recobrar valores, aprender a callar, a guardar silencio, mostrar sensibilidad, empatía, entregarse a una causa por buenos fines, ayudar al prójimo desinteresadamente, valorar la vida, reírse con los desconocidos, ayudar cuando nos necesitan, alegrarse por las bendiciones de los demás, aprender a aceptar las diferencias, respetar a los demás, buscar el lado bueno de las personas, aprender a no tolerar lo intolerable, hablar cuando hay que hacerlo, dar y recibir, denunciar las injusticias, formar parte…. y ser parte de la solución.

3 comentarios:

Maricela dijo...

Hola Gladys buenas noches, lamentablemente somos parte de una sociedad autodestructora, egoísta e insensible, pero podemos empezar haciendo la diferencia con actos positivos, cuidando nuestro medio ambiente y ayudando al prógimo, detenernos a escuchar a alguien que necesite consuelo, apoyo.
yo soy enfermera y uno de los priviliegios de ejercer esta carrera es que tengo la oportunidad de poner en práctica la humildad, empatía, el solo escuchar a una madre afligida por su pequeño, un abrazo y una mirada de agradecimiento es el pago que recibo y me llena de satisfacción, de esa manera siento haber hecho la diferencia.

Saludos,

tu vecina Day dijo...

Buenos días Glarys,

-Recibiendo este nuevo 2009 que de verdad vino cargado ya de tantos problemas en el mundo.Y nosotros en nuestra corta vida meditando que podemos hacer?en verdad es terrible a veces,y a veces pensamos que lo mejor es lo que cada uno de nosotros mismos damos sin exigír de corazón,y que generalmente lo bueno y noble no nos cueste tanto regalarlo,que ya de por sí la gente nunca se sienta a meditar mucho sobre estas cosas por su mismo egocentrismo..de verdad como tú dices,es una ilusión escaparse a vivír cúal ermitaño..


-Pd:en este preciso momento estaba leyendo una noticia de las celebraciones decembrinas en tu isla,que terminaban hoy con fiestas y mucha algarabía :)

Besotes.

Glarys dijo...

1. Maricela, bienvenida a mi espacio. Tienes toda la razón, a través de nuestro trabajo o las experiencias de vida que se tienen día a día, se puede hacer la diferencia. Tienes una profesión que requiere de mucha responsabilidad, pero a la vez da mucha satisfacción :) Exitos y sigue adelante, dejando tus huellas.

2. Day, estamos viviendo en un mundo caótico, lleno de problemas y cada vez mas injusticias. Ojala las cosas tomen otro rumbo y pronto. Hay que seguir luchando por eso! Y sii... aca en Puerto Rico este fin de semana estabamos celebrando las "Fiestas de la Calle San Sebastian", jeje una buena excusa para seguir celebrando :).