En nuestro diario vivir, nos topamos con personas diferentes, que cuentan con estilos de comunicación y carácter distintos. En ocasiones, tenemos que pedirle algo a alguien o hablamos con los demás y las cosas salen tan bien que uno desearía que así fuera siempre. O por el contrario, salen tan mal, que hay ocasiones en las que me gustaría poder entrar en la mente de la gente y de alguna manera influir en lo que piensa o por el contrario entender lo que guardan sus pensamientos. Por ejemplo:
- Cuando por más que se le explica que lo que está haciendo está mal, lo sigue haciendo.
- Cuando no entiendo el por qué de una palabra hiriente o una mala actitud.
- Cuando sé que tiene derecho a mejores cosas y no lucha.
- Cuando me pregunto una y otra vez la razón de sus actos.
- Cuando se que sería capaz de lograr cosas, pero piensa que no puede.
- Cuando el miedo puede más que el deseo de alcanzar algo.
- Cuando hay tanto dolor en su corazón, que eso amarga sus días.
- Cuando se que tiene la responsabilidad de hacer algo, pero se le olvida o simplemente no quiere hacerlo (no le da la gana).
- Cuando por más que me explico, no me entiende.
- Cuando las palabras no van a la par con las acciones.
Me voy en un viaje, pensando que yo podría hacer tal o cual cosa, cambiar aquello, mejorar esto, hacer esto otro o entender tantas cosas. Obviamente se que cada quien es un "mundo" diferente, con valores, estilo de crianza, pensamientos, gustos, intereses, prioridades, experiencias y circunstancias distintas, pero hay ocasiones, que desearía enormemente poder entrar en los pensamientos de esa persona y poder cambiar lo que esta haciendo o incluso entender porque lo hace. Aunque entiendo que las decisiones y las actitudes que se asumen, son un proceso individual.
¿Alguna vez te ha pasado eso?
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