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domingo, 20 de septiembre de 2009

Para alcanzar lo deseado....

Sabes... la clave no es solo querer, sino actuar, moverte, hacer.... Entender que somos capaces de alcanzar muchas cosas cuando ponemos todos nuestros sentidos y capacidades en ello.

Nos podemos pasar la vida entera deseando cosas, pero no alcanzarlas porque solemos permanecer faltos de acción. Somos seres capaces de alcanzar muchas cosas, pero por alguna extraña razón, en ocasiones nos quedamos estáticos esperando a que esas cosas lleguen por sí solas. Lo que no entendemos es que tenemos la necesidad de perseverar, de luchar, de movernos teniendo en mente la meta que deseamos alcanzar.

He entendido que el conformismo es una excusa que se utiliza cuando nos falta motivación. Y el “yo deseo” no sirve de nada sino se acompaña con gestión.

La vida es sólo una y podemos convertirnos en seres llenos de nostalgia, añorando aquello que no fuimos capaces de alcanzar o en seres llenos de satisfacción por haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos para lograr aquello que anhelábamos con el corazón.

¿Y tú, que dices querer o desear? ¿Qué estas haciendo para lograrlo? ¿Es suficiente? ¿Qué más puedes hacer?


Se trata de continuar, de dar un paso más para poder acercarnos al éxito. Poco a poco, así sea a pasos pequeños, se puede alcanzar lo grande y lograr los ideales que nos hemos propuestos.


Cinco modos de suicidarse respecto al éxito (de David Scwartz):



  1. Autodepreciación: no soy capaz, no sirvo para nada

  2. Seguritis: si ya estoy bien así, para qué pretender algo mejor? Todo anda bien, no hay nada qué mejorar ( De veras?)

  3. A los otros no les parece que cambiemos: (y la crítica de las personas negativas paraliza el avance).

  4. Me voy a retirar: el modo más fácil de fracasar es retirarse. El autoveneno más rápido es: "no hacer nada"

  5. Dejemos para más tarde: el posponer las cosas es no hacerlas. No deje para mañana lo que puede hacer hoy. Tome esa decisión. Envíe hoy mismo esa carta. Vaya a visitar esa persona.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Una anécdota más...


Las circunstancias llegan, nos ocurren cosas, y los sucesos nos marcan de una manera u otra. Atravesamos momentos de felicidad, alegría, tristeza, soledad o enfermedad. Sin embargo, en lo agitado del mundo y en el estrés en el que vivimos, solemos encerrarnos en nosotros mismos, llegando a olvidar que lo que nos afecta a nosotros, también puede afectar a otros. Inclusive por alguna extraña razón creemos que “mis cosas son mías y a nadie le importan”.

Error… La realidad es que vivimos en sociedad y en este “bote” en el que vivimos, si las cosas van mal de un lado, también se afectan las personas del otro lado”. En fin, estaba pensando en esto, porque ayer estaba hablando con una persona, a la cual le comente que me había asustado porque pensé que había tomado una mala decisión. Esta persona me contesto “¿Pero por qué?, si el que me jodo soy yo”. Si, definitivamente tenía razón, y por eso no dije nada y seguí la conversación hablando de otras cosas.

La realidad es que me quede pensando en esto, más que nada porque me sentí incomoda por su reacción a mi genuina preocupación. Lo que provocó que por unos minutos me sintiera fuera de lugar por preocuparme por otra persona. Pero luego de analizarlo, esto me hizo pensar en lo común que es creer que los demás no deben meterse en nuestras decisiones. Esto quizás es cierto, pero no es menos cierto, que hay personas que no están acostumbradas a que los demás se preocupen por ellos.

A pesar de lo agitada que resulta ser la vida en estos tiempos, la realidad es que hay cosas que no deben perderse. Me parece que la capacidad que tenemos de preocuparnos por los demás y dejarles saber que son importantes para nosotros, no la debemos dejar desaparecer por ningún motivo. Hay cosas que no las decimos, por miedo a la respuesta que tendrán los demás. Sin embargo, creo que vale la pena el poder sentir la emoción de ser genuinos y honestos con los demás y con nosotros mismos,

Hey…. Tienes razón, el que se jode eres tú, pero también me incluyes sin saberlo, de manera directa o indirecta en tus decisiones y acciones. No olvidemos que los demás (familiares, amigos, pareja, vecinos, compañeros de trabajo, etc.) se convierten en los mejores espectadores de nuestra vida.

miércoles, 29 de julio de 2009

Tanque Emocional y los Lenguajes del Amor


Amor, expresión tras la cual nos sentimos valorados, queridos y seguros. Son muchas las cosas que se han escrito sobre esto. Quizás es porque una de las cosas que más nos llena como seres humanos es cuando nos sentimos amados. Nos resulta fácil dar amor a las personas que queremos, pero alguna vez nos hemos preguntado si estamos dándole amor de la forma en que ellos lo esperan.

Esto es un buen punto, ya que todos tenemos formas distintas de amar y de sentirnos amados. Hay personas que les gustan los detalles, otras las palabras bonitas y de cariño. Algunas personas se sienten amadas a través de los besos y abrazos e inclusive hay quienes les gustan los regalos porque sienten que está es una expresión clara de amor y otras se sienten amadas si se saca tiempo para compartir. Me parece que es interesante que así como existe la diversidad entre los seres humanos, también existe diversidad a la hora de expresar el amor y en la forma en que nos sentimos amados.

Comúnmente se escuchan las quejas de las personas que están en una relación de noviazgo, convivencia o matrimonio. “Dejo los detalles”, “Ya no saca tiempo para mí”, “No me regala las cosas que antes”, “No se preocupa por mi”, y un sinnúmero más de alegatos. Pero también, no es menos cierto, que en ocasiones las parejas de esas personas no entienden dichas quejas o reclamos, ya que ellos sienten que están haciendo lo adecuado para expresarle a la otra persona el amor. La realidad es que todos tenemos unas necesidades emocionales, que cuando no son llenadas o satisfechas adecuadamente, causan una sensación de vacío, dolor frustración y decepción.

¡No somos de otro planeta! Solo hablamos diferentes lenguajes de amor. La clave está en entender cuál es nuestro lenguaje y cuál es el de la persona que amamos. Según el autor Gary Chapman existen cinco lenguajes del amor, en los cuales se pueden identificar los seres humanos. Además, refiere que cada persona posee un tanque emocional, que debe ser llenado de amor. Debido a esto, todos necesitamos que ese tanque se encuentre lleno a capacidad para poder amar y sentirnos satisfechos con lo recibido.

1. El contacto físico

  • El contacto físico es un poderoso vehículo para comunicar el amor.
  • Se trata de mostrar cercanía a la otra persona.
  • Ejemplos: Abrazos, besos, poner la mano en el hombro, tomarse de las manos, una caricia…

2. Las Palabras de Afirmación

  • Son las expresiones de amor, de afecto, cariño, elogio, estímulo, palabras positivas, estimulantes que nos llenen de ánimo y que nos brinden motivación.
  • Es un hecho que cuando recibimos palabras estimulantes nos sentimos motivados para retribuir ese amor.
  • Recuerda expresar las palabras de reconocimiento a tu pareja frente a otras personas y habla bien de tu pareja cuando ella no esté presente.
  • Ejemplos: ¡Te quiero!, ¡te amo!, ¡eres importante para mí! …

3. Tiempo de Calidad

  • Es hacer algo junto a la otra persona, estar unidos y prestarle toda la atención.
  • Se debe tener un balance entre las responsabilidades del diario vivir y la pareja.
  • Se trata de brindarle al otr@ una atención concentrada, exclusiva, única, donde el tiempo es sólo para esa persona, sin hacer nada más en ese momento.
  • Usar el tiempo en un propósito común significa que nos interesamos el uno en el otro, y disfrutamos estando juntos.
  • Se incluye la conversación de calidad, donde se debe establecer un diálogo comprensivo, donde ambas personas estén comunicando sus experiencias, historias, pensamientos, sentimientos y deseos. Donde se pueda escuchar, hacer preguntas, entender los sentimientos, apoyar antes de aconsejar, expresar las propias emociones y pensamientos, compartir nuestro mundo interior.
  • Ejemplos: Hacer algo juntos, salir a pasear, ir al cine, escuchar a la otra persona y compartir sentimientos…

4. Los regalos

  • Se trata de darle regalos a la otra persona, los cuales pueden ser comprados, encontrados o hechos por uno mismo.
  • Los regalos son símbolos visibles de amor.
  • Los regalos deben ser expresiones genuinas del amor que sentimos. No necesariamente deben ser dados en una ocasión especial.
  • Lo importante no es el costo del regalo, sino el detalle de hacerlo.
  • Dar el regalo con alegría y que la persona sienta que se pensó en ella cuando se escogió dicho regalo.
  • El más grande de los regalos que podemos darle a los demás es nuestra presencia, dedicarles tiempo, estar en los momentos más importantes y en los difíciles.
  • Ejemplos: Una nota sorpresa, una flor, un mensaje de texto, recordar el cumpleaños, aniversario….

5. Actos de servicio

  • Este lenguaje se refiere a que hagamos cosas que sabemos que le gustan y agradan a la otra persona.
  • Hacer cosas por esa persona.
  • Estos actos requieren pensamiento, planificación, tiempo, esfuerzo y energía.
  • Recuerda que son cosas que cuando se hacen, son significativas para los demás
  • Ejemplos: Ayudar con las tareas,

Para lograr identificar el lenguaje de amor tuyo o de tu pareja hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué es lo que más que te hace sentirse amado por tu pareja?
  • ¿Qué es lo que más deseas de la relación en la que estas?
  • ¿Qué es lo que más le pides a tu pareja?
  • ¿En qué formas expresas tu amor a tu pareja?
  • ¿Qué era/es lo que más que te gustaba de tu pareja en el noviazgo?
  • ¿Qué cosas hacía o decía que te hacía desear estar con él o ella?
  • ¿Si pudiera tener el compañero o compañera perfecto/a, cómo debería ser?
  • ¿Qué es lo que tu pareja hace o dice, o deja de hacer o de decir, que te hiere profundamente? (Lo opuesto a esas cosas que te duelen o te molestan tienen que ver probablemente con tu lenguaje de amor preferido)
  • ¿Qué es lo que tu pareja quiere que hagas por el/ella?

En fin, creo que precisamente de eso se trata el amor, de tomarse el tiempo de conocer verdaderamente a la otra persona y buscar la manera de que se sienta amada y valorada. Me parece que si tratamos de conocer verdaderamente a la otra persona y descubrimos cuál es su lenguaje de amor, y viceversa, estableceremos relaciones más sólidas y duraderas. No hay sentimiento peor, que no sentirnos amados por la persona que esperamos recibir amor. Un tanque emocional vacío causa muchos problemas, sentimientos negativos y discusiones. Contrario a esto, si ambas partes cuentan con un tanque emocional lleno, la relación se basa en los cimientos del amor incondicional.

Llenar la necesidad de amor de mi pareja y que este llene mis necesidades es una decisión individual que se toma cada día. Si sé cuál es su lenguaje principal de amor y decido hablarlo, sus necesidades más profundas serán satisfechas y él se sentirá seguro de mi amor. ¡Me parece que vale la pena intentarlo!

“El amor es una decisión, no borra el pasado, pero hace diferente el futuro”. Para saber más, busca el libro “Los cinco lenguajes del amor” de Gary Chapman.

sábado, 11 de julio de 2009

Llorar hace falta



Llorar, derramar lágrimas, sentir que uno saca de adentro el dolor, la tristeza, el sufrimiento. Liberar el sistema de eso que duele tanto.


Llorar, lenguaje que todos usamos y que expresa emociones como quizás ninguna palabra puede hacerlo.


Llorar, dejar salir los sentimientos. Aceptar la tristeza que embarga y tratar de sacar del alma ese sufrir que agobia.


Llorar, aceptar la pérdida, reconocer los sentimientos, vivir siendo sinceros con nosotros mismos.


Llorar, necesidad de liberarnos, ayuda idónea para sanar un dolor. Necesidad de sentir alivio, de expresar verdades, de compartir de manera sublime lo que pensamos.


Llorar para desahogarnos, para superar el dolor que causa un adiós, una pérdida, el cansancio, la decepción, la frustración, la soledad, una necesidad, el desamor o también la alegría.


Llorar, aceptando que somos humanos, que las cosas nos afectan, nos impactan. Reconocer que en la vida hay momentos de profunda tristeza, en los cuales las lágrimas se vuelven consuelo.


Llorar para limpiar el alma, tranquilizar el espíritu, olvidar angustias y para empezar de nuevo.


Llorar hace falta, porque nos ayuda a apaciguar pensamientos y mantener la esperanza de que después de eso…todo mejore.


Llorar, quizás no cambie nada, pero alivia el alma.


Llorar, lo he hecho mucho, por diferentes razones, aunque hoy entendí que mis últimas lágrimas han sido por razones equivocadas.

Mis lágrimas ya no son tuyas.



Como dice la canción: Lágrimas...

El lenguaje mudo de tu pena...lágrimas
La callada voz de tu tristeza...lágrimas
La expresión mojada de tu alma...lágrimas
La visible muestra de que me amas...lágrimas
De pasiones ondas y de heridas...lágrimas
De dolor profundo y de alegrías...lágrimas
La palabra fiel de tu amargura...lágrimas
La verdad final que tu no ocultas...lágrimas

miércoles, 1 de julio de 2009

Así se siente….


Sentir sin saber qué sentir.
Pensar sin deseos de entender esos pensamientos.
Imaginar lo que pudo haber sido y sólo es parte del pasado.
Indagar aquello de lo cual no tendrás respuestas.

Pedir sin saber cómo hacerlo ya.
Deseos de eliminar la historia de la cual no fuiste parte.
Luchar sin fuerzas que te ayuden.
Mirar a través de las dudas e incertidumbre.

Entender lo inentendible.
Excusar decisiones de las que no fuiste parte.
Dar después de sentir que lo has perdido todo.
Escuchar cuando no se te escucho.

Defender aquello en lo que creías.
Enorgullecerte por quien pensabas que era.
Enfrentarte a la realidad que grita la razón.
Levantarte después de tanto dolor.

Retomar lo que habías dejado.
Comenzar una nueva historia.
Trazar nuevos sueños.
Visualizar nuevas metas.

Imaginar sin poder comprender.
Intentar sanar heridas.
Anhelar ese apoyo que sane la fragilidad.
Amar sin saber qué hacer.

Divagar
Resurgir
Volar

viernes, 26 de junio de 2009

Celebra la Vida

Me encanta esta canción del álbum Universo del cantautor Axel Fernando. Me parece que vale la pena escuchar la canción y reflexionar sobre lo que dice. Creo que esto debería ser exactamente lo que hagamos con nuestra vida: celebrarla. Vivir de la mejor manera posible, sin hacerles daño a los demás. Creo que el mundo sería un mejor lugar si tuviéramos la capacidad de ver la vida de manera positiva y optimista. También aprovecharíamos mejor cada minuto que tenemos de vida.


Les dejo el video de "Celebra la Vida" y la letra de la canción. Espero les guste.



Celebra la Vida – Axel

No sé si soñaba,
No sé si dormía,
y la voz de un angel
dijo que te diga
celebra la vida

Piensa libremente,
ayuda a la gente,
y por lo que quieras
lucha y sé paciente.

Lleva poca carga
a nada te aferres
porque en éste mundo,
nada es para siempre.

Buscate una estrella
que sea tu guía,
no hieras a nadie
reparte alegría.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo y todos los días.

Y si alguien te engaña
al decir "Te Quiero",
pon más leña al fuego
y empieza de nuevo.

No dejes que caigan
tus sueños al suelo
que mientras más amas
más cerca está el cielo.

Grita contra el odio
contra la mentira,
que la guerra es muerte,
y la paz es vida.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda
que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo…

miércoles, 24 de junio de 2009

Si de confianza se trata


Estaba pensando en eso llamado confianza. Para mi confiar en otra persona no es un acto al azar, sino que se gana con esfuerzo, tiempo y dedicación. Para poder confiar en otra persona, tenemos que haber compartido de momentos, instantes, secretos, confidencias.

Confiar significa creer con el corazón, tener fe en la otra persona, sentirse segura, respetada, valorada, apreciada. Confiar es poder perderse en un abrazo, en un beso, en una mirada, en un suspiro. Confianza es saber que se da, pero se recibe. Sentir que esa persona es diferente a otras, que existe ese grado de complicidad, de secretos, de momentos compartidos en común.

Estoy de acuerdo con que hay una similitud entre querer y confiar. Tiene que haber cariño, estima o amor, para poder confiar en alguien. Por eso es que cuando una relación crece, la confianza aumenta y cobra mas sentido. A la vez, debe haber compromiso. Si uno está comprometido con la otra persona, valora y conserva esa confianza.

En el caso de la relación de pareja, para la mayoría de las parejas lo más importante para ser feliz es conservar un vínculo, y para ello es indispensable tenerse confianza mutua. “Estar junto a alguien que tiene credibilidad es algo que te genera un gran sentimiento de tranquilidad y armonía, te sientes apreciada y eres capaz de manifestar tu mejor lado, lo cual hará a su vez que tu pareja te tenga confianza y sea feliz contigo”.


Sin embargo, creo que en el mundo donde nos encontramos viviendo es difícil confiar. En un mundo donde constantemente se le resta valor a lo que verdaderamente es importante. Peor aún, en ocasiones resulta fácil herir a otros, o decidir hasta cuando nos importan los demás verdaderamente. Me parece que las personas han perdido de vista la importancia que tiene la confianza. Ya no es importante fracturar la fe que los demás tienen en nosotros, y tampoco es importante apreciar la estima que nos tienen.

Si de confianza se trata… nada se compara con poder confiar en alguien, con sentirse sincronizados en el mismo planeta y saber que sin importar lo que pase, en este mundo hay gente que confía en ti y en los cuales puedes confiar. “Es saber que cuando estés al borde del precipicio, siempre habrá alguien que te sostenga y que nunca te dejará caer”.

Si de confianza se trata…. Cuando se pierde eso, es difícil de recuperar de nuevo…. Duele mucho y es sentirse en la nada….Aunque no es imposible de recobrar cuando hay un verdadero y genuino deseo e interés, porque sin confianza no se puede vivir y quien no se arriesga no gana.

jueves, 18 de junio de 2009

Divagando....


A veces se quieren decir tantas cosas. Se quieren hacer tantas preguntas. Se quieren pedir tantas explicaciones. Se quieren romper tantos silencios. Pero en el lamento de nuestra soledad solo atinamos a divagar en el mal de nuestros recuerdos.

La vida es extraña, te da oportunidades y también te da la oportunidad de desaprovecharlas. Te da a escoger y en ocasiones escogemos lo que menos nos conviene. Te da cerebro pero a veces no nos sirve para pensar adecuadamente.

Hay momentos en los cuales se quisiera poder tener la potestad de cerrar los ojos y al despertar sentir que todo lo pasado fue una pesadilla y que quedo atrás. De poder tomar las cosas con calma, aunque lo que estas pasando es una tempestad. De no sentir que te ahogas en tus propias lagrimas. De navegar a algún lugar donde te sientas segura.

Me gustaría poder descifrar el por qué de tantas cosas. El por qué de mis preguntas, el por qué de las acciones, el por qué de luchar, el por qué de la perseverancia, el por qué de nadar contra la corriente, el por qué de nuestras decisiones. El por qué de las tuyas…

miércoles, 6 de mayo de 2009

Una noche normal...


Cansancio, sueño, deseos de sentirme protegida y tranquila fuera de la rutina del diario vivir que en ocasiones se torna pesada y extenuante. Rutina que no necesariamente es falta de cosas nuevas, de situaciones que enfrentar y de nuevas anécdotas que conforman nuestro repertorio profesional, sino repetición en esencia de lo que necesitamos para subsistir: trabajo.

Después de un día de arduo trabajo, nada me hace sentir mejor que poder llegar a mi casa. Entender que termino esa etapa del día donde se esta sirviendo a otras personas y donde las tareas y responsabilidades determinan el diario vivir. Es agradable poder estacionar mi carro y sentir que deje atrás un día más en el cual pude hacer cosas que eran necesarias.

Es una sensación cálida sentir a mi gata buscando que le haga caso y juegue con ella. Subir las escaleras y sentir que mi papá enciende la luz de la terraza. Entrar y ver a mis padres y hermana viendo sus programas de televisión favoritos. Poder entrar a mi cuarto y sentir que ese es mi espacio, que me espera mi cómoda cama y sentirme a gusto en mi habitación… en la casa. Escuchar las buenas noches, los besos de despedida, el “Dios te bendiga”, el abrazo, el te quiero. Sorprenderme con la llamada de mi novio, escuchar su voz, sentir el amor. Sentir el hogar, el calor de la familia, los oídos prestos a escucharme mis anécdotas y chistes del día. Saber que pertenezco, que soy parte de una familia, que me aman y los amo, que tengo mi espacio, un lugar donde sentirme confortada y segura.

Siento que hay cosas a las cuales nos adaptamos y se hace muy difícil imaginarnos nuestra existencia sin tenerlas. Hay cosas que parecen simples o que siempre han estado ahí, pero hoy me tomo el tiempo para reflexionar sobre ello, porque realmente se siente bien el poder ser parte de un grupo de personas especiales y contar con cosas que hacen más agradable y feliz mi existencia.

domingo, 26 de abril de 2009

Gracias Bella!!



¡Gracias Bella! Esas fueron las palabras justas que hicieron la diferencia en mi día, porque en el estrés del momento me ayudaron a entender que son las cosas pequeñas las que verdaderamente le dan significado a la vida. Con tan poco podemos hacer tanto. Son muchas las palabras amables que no cuestan nada decirlas, pero cada día se hacen más escasas en lo agitado de nuestros días.

He estado pensando que hay personas que van por el mundo reflejando brillo. Si, brillo porque cuando hablan hacen sentir a los que les rodean a gusto y provocan alegría y motivación. Reflejan felicidad, y sin saberlo, hacen felices a los demás. Este tipo de persona, existe por todas partes y son las que hacen la diferencia en la vida de los demás. La amabilidad, cortesía, y buen trato son su carta de presentación.

Ese día, esa persona que me atendió, desconocía el impacto de unas palabras amables tanto en mí, como en las otras personas que estaba en el lugar. Realmente da gusto encontrarse uno con personas amables, cálidas, gentiles, cariñosas. Más gusto da entender lo sencillo que es hacer sentir bien a alguien a través de las palabras y el alcance que tiene para mucha gente el sentirse valorados y respetados cuando menos se lo esperan.

¡Que tengas un buen día!
¡Éxitos!
¡Te lo agradezco!
¡Que bien te ves hoy!
¡Gracias!
¡Eres especial!
¡Que agradable eres!
¡Por favor!
¡Te lo agradezco!
¡Sigue adelante!
¡Te lo mereces!
¡Hola!
¿Te puedo ayudar?

En fin….. ojala pueda ser siempre brillo para los demás y hacer la diferencia en un día opaco.



Saluditos a tod@s. Estube sin poder escribir un largo tiempo. ya que mi computadora se daño.. pero he vuelto!! :)

domingo, 8 de febrero de 2009

Eso llamado Expectativas


Se crea toda una imagen mental de lo que se espera. Un mapa, una idea, un pensamiento, una película, que en nuestra mente cobra significado. Anhelamos alcanzar algo, obtener alguna cosa, o simplemente que nos entiendan. Se espera poder lograr una meta, un sueño o alguna ilusión que guarda nuestro corazón. Se está a la espera de que las cosas ocurran de una que otra manera, o que las personas que nos rodean actúen de una manera particular. De eso se tratan las expectativas, de llenar nuestra vida de posibilidades, las cuales están conformadas por lo que deseamos, esperamos, queremos y valoramos.

Las expectativas tienen su lado bueno, ya que usualmente son las creadoras de las ilusiones, y las ilusiones son las que mantienen nuestra mente enfocada en las metas que queremos alcanzar. Nos hacen movernos en dirección a ellas. Buscando siempre poder obtener lo imaginado. También, nos permiten soñar despiertos con aquello que queremos alcanzar. Además, las ilusiones nos hacen concentrarnos en lo positivo, en la esperanza, las posibilidades y la emoción de que llegará lo que se espera. Con las expectativas tenemos la capacidad ilimitada de ver el futuro según queremos y de moldear nuestro presente con la perspectiva de que se obtendrá lo deseado. Eso reconforta, motiva y brinda esperanza. Gracias a las expectativas, se puede imaginar y visualizar el qué (lo esperado), el cuándo (tiempo), el dónde (lugar), y hasta el quién (las personas involucradas).

Por otro lado, en ocasiones las expectativas nos causan dolor, incertidumbre, decepción y frustración. Esto se debe a que cuando no se alcanza lo que se esperaba, no siempre es fácil lidiar con el sentimiento de fracaso. Una expectativa incluye mucha ilusión, deseo, perseverancia, anhelo, fe y esperanza. Además, en ocasiones es mucho el tiempo que se pasa pensando en nuestra expectativa y dándole forma en nuestra mente y corazón. También, en ocasiones tenemos un tiempo para que esas expectativas se cumplan. En ocasiones, nuestras expectativas se dirigen a los demás, y duele el esperar algo de una persona y ver que el tiempo pasa y eso tan esperado no se recibe. “Creamos una expectativa sobre una situación o un comportamiento. Cuando esto no se cumple, nos provoca una decepción. La decepción puede ser tan grande que llega a provocar frustración... Y la frustración acaba en enojo. El enojo puede llevar al reclamo, cuestionamientos o peleas”. Ante esto, quizás lo peor de las expectativas es que no tenemos el control de lo que pasará, ni de las decisiones que tomen los demás, por lo que en ocasiones, por más que anhelemos algo, quizás eso no llega de la forma en que lo esperábamos.

La realidad es que todos tenemos expectativas. A corto y a largo plazo, ya sea de sucesos cotidianos, de nosotros mismos o sobre nuestras relaciones interpersonales. Esperamos algo de las personas que nos rodean, ya sea comportamiento, actitud, reacción, o acción. En nuestra vida vamos creando expectativas de muchas cosas. Por ejemplo, creamos expectativas respecto a los estudios, trabajo, familia, vecinos, amigos, pareja. Formamos expectativas de cómo deben ser las cosas, de cómo deben ser los demás, del amor, de cómo será la vida cuando se alcance esa meta, de cómo esperamos que sea la pareja perfecta y de las cosas que esperamos de él o ella (detalles, llamadas, muestras de afecto, palabras, etc.), de cómo se demuestra la amistad, cómo viviremos, nos casaremos, de cómo será nuestra familia, hijos, vecinos….

En fin, muchas son las expectativas que he tenido. Algunas de ellas, se han cumplido tal y cual las soñé, otras se cumplieron de manera diferente y otras no se cumplieron. En este momento tengo varias expectativas, y se que en el futuro tendré otras. Sin embargo, el tiempo me ha enseñado que los demás no son culpables por no cumplir con las expectativas que yo haya creado sobre ellos. Lo esperado, no siempre es lo que se obtiene, y eso hay que entenderlo. Mis expectativas son sólo mías y puede que la vida me regale la sorpresa de cumplir las mismas, pero si no, soy responsable de entender que la realidad de las cosas es como es y sobre eso no tenemos control.

domingo, 1 de febrero de 2009

Aprender... vale la pena


Ayer comencé a estudiar un curso conversacional de ingles, con el propósito de mejorar y fortalecer mis conocimientos en este idioma. La realidad es que fue una mañana bien interesante. La pase de lo más bien percatándome de mis errores al hablar este idioma, y también de cuales son mis puntos fuertes. Pero más que nada lo que verdaderamente me gustó que es que me pude disfrutar la clase sin tensiones ni preocupaciones. Estaba ahí sintiendo que podía hacerlo y ser capaz de aprender y a la vez divertirme en el proceso. Realmente, me gustó mucho estar ahí y poder aprender cosas nuevas.

Esto me hizo pensar que a veces en la vida pasamos por muchos procesos de aprendizaje, pero no podemos aprender verdaderamente, porque nos mantenemos atados a la ansiedad, tensión o pensamiento continuo de que hay que pasar lo más rápido posible ese momento. Por ejemplo, cuando estaba estudiando en la universidad, había ocasiones en las que leía y leía, pero sabía que pronto tendría que tomar un examen para probar que lo había internalizado. En ese momento la tensión era provocada por los exámenes, por los profesores, por los trabajos que tenía que entregar. Si aprendí, y mucho, pero la realidad es que no pude tomarme el tiempo de sentir que estaba disfrutando plenamente de ese momento.

Contrario a esto, en ocasiones pasamos por situaciones en la vida, que nos suceden para aprender. Sin embargo, ya se por lo difícil del momento, lo incierto, las dudas, lo inadecuado, o lo inesperado, solo pedimos que todo pase lo más rápido posible. A veces, eso hace que se nos olvide que la vida es un camino para aprender. Aprender de los aciertos y desaciertos. Aprender de las alegrías y también del dolor.

Realmente es difícil en un momento negativo poder ver una sabia lección. Pero si uno logra aprender a disfrutar este instante, este ahora, este presente… se puede llegar a vivir plenamente. Ojala que en cada instante de nuestras vidas, pudiéramos sentirnos cómodos con las circunstancias y entender que somos los estudiantes de la mejor lección que podamos tomar: nuestra propia vida.

En fin, aprender vale la pena. Aplicar lo aprendido es mejor. Obtener conocimientos nos brinda oportunidades. Las oportunidades nos dan la posibilidad de ser mejores y de demostrar que hemos aprendido en nuestro caminar.

domingo, 18 de enero de 2009

Ser Feliz...


Lograr ser felices es una meta que todo ser humano tiene. La felicidad se busca desesperadamente. Se le desea con muchas fuerzas. Recordamos con emoción los momentos que nos han hecho felices. Cuando nos va mal, nos alimentamos de la añoranza por los días llenos de felicidad.

Pero la realidad es que la felicidad está en uno y no depende de los demás. Es un proceso, un estilo de vida, un hábito que podemos aprender. Se debe decidir ser feliz.

La felicidad es ese deseo y disposición de disfrutar la vida, tener calma, paciencia, perseverancia, y aprender a reconocer y valorar lo que se tiene y lo que nos dan. Entender que vale la pena emprender el camino de la vida, aunque hayan problemas y desafíos. Es ser nosotros mismos, dejando espacio para aprender y mejorar.

Creo que para ser feliz, se necesitan las siguientes cosas:


  • Aprender a amar incondicionalmente.

  • Sentirnos queridos, amados, valorados.

  • Cultivar nuestra mente y espíritu.

  • Disfrutar de las cosas, sean pequeñas o grandes.

  • Dejarnos envolver por los buenos momentos que han sucedido en nuestra vida y que siguen sucediendo.

  • Amarnos y aceptarnos tal como somos.

  • Saber valorarnos y valorar a lo demás, reconociendo sus puntos buenos.

  • Poder dar y recibir.

  • Lograr sonreir.

  • Saber tomar decisiones en el momento que son necesarias.

  • Conocernos y ser honestos con lo que creemos, sentimos y pensamos.

  • Aceptar las cosas cuando llegan.

  • Entender que hay un momento justo para todo.

  • Proponernos hacer lo mejor que podamos ante cualquier situación.

  • No hacer daño, ni maltratar a los demás.

  • Aferrarnos al presente. Dejar atrás el pasado y no preocuparnos por el futuro.

  • Reflexionar sobre los problemas y momentos de tristeza.

  • No supongas, corrobora.

  • Lograr ser positivos y optimistas.

  • Dejar atrás los sentimientos negativos que nos destruyen.

  • Estar en paz con nosotros mismos y con los demás.

  • Aprender a perdonar.

  • Aceptar un "no", y saber cuando decirlo.

  • Tener metas por alcanzar, sueños y razones por las cuales seguir adelante.

  • Lograr dejarles a los demás una huella imborrable de lo que somos.

Aunque las cosas parezcan díficiles, y en ocasiones la tristeza nos envargue, hay que ser persistentes y mantenernos determinados en comprender que la felicidad es posible. Es un estado que se puede alcanzar. No lo dudes, deja espacio para ser feliz!

Como dijo un sabio anónimo: "Ser feliz no es tener una vida perfecta, sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.Usar las perdidas para refinar la paciencia, usar las fallas para esculpir la serenidad, usar el dolor para lapidar el placer, usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.Jamás desistas. Jamás desistas de las personas que amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible, y eres un ser humano especial".

viernes, 9 de enero de 2009

Pensando sobre mi sociedad…

Vivo en una sociedad confusa. Es una sociedad donde se le hace culto a las cosas negativas, y se siente felicidad por contar el mal ajeno. Una sociedad donde la intolerancia, insensibilidad, apatía cada día son más grandes y acaparan los corazones de las personas. Basta con ver las noticias, leer los periódicos, con salir a la calle. Realmente uno se sorprende viendo el estrés con el que la gente vive. En la carretera puedes envejecer si esperas que alguien se tome la molestia de darte paso, en las tiendas la gente compra con un afán como si toda la mercancía se fuera a acabar para siempre. El consumismo, hace que se pierda de perspectivas las verdaderas prioridades en la vida. El egoísmo, se convierte en un modo de vida, donde todo lo que se ve se quiere, no importa a que costo. La envidia, hace que no se vea a las personas, y se sienta alegría por sus logros y meritos, sino que provoca que se cultiven malos sentimientos y acciones contra lo demás. La insensibilidad provoca que se vean los problemas de los demás, como asunto asilado en el que no se puede ayudar porque no se tiene que ver. La intolerancia crea que se crezca con la percepción de que lo diferente es malo.

Esto me hizo pensar en cómo sería la vida en una tribu asilada. Lejos de los centros comerciales, de miles de carros en la carretera, de personas malintencionadas, de gente que esta a tu lado con doble intención, de personas intolerantes, de religiones que dividen, de ideales que perturban, de guerras sin justificación, de abusos sin castigo, de vagancia, lejos del dinero, del egoísmo, de la envidia, de las modas, de la política partidista, de la gente que ve barreras y no oportunidades, de las fabricas que contaminan…

Por ejemplo…

Los sentineleses
son una de las últimas tribus aisladas del planeta. Se cree que este pueblo llegó al archipielago hace 60.000 años procedentes de África. Ellos viven ocultos en la isla Sentinel del Norte, en el Océano Índico. No se conoce su número exacto -pueden ser de 50 a 200 personas- y tienen una lengua que no se habla fuera de su comunidad.


Isla de Sentinel

Cazan tortugas y cerdos salvajes, recolectan frutos y vegetales en la selva y pescan en la costa. No utilizan ropa, se mantienen desnudos, excepto por un elegante cinturón de fibra vegetal (los hombres) y un mínimo taparrabos (las mujeres). Por otra parte, son conocidos por su poca predisposición a tratar con los forasteros.
En numerosas ocasiones se ha intentado acercarse a ellos a lo que han respondido con ataques violentos de flechas e incluso matando. En la actualidad, se ven amenazados por pescadores furtivos que pescan y bucean capturando langostas ilegalmente alrededor de su isla.
Como dato curioso, tras el Tsunami del 2004, mostraron una resistencia ya que sobrevivieron sin permitir ningún tipo de ayuda exterior. A pesar de su exagerado aislamiento, los sentineleses son un gran ejemplo de superación, autosuficiencia y supervivencia tanto ante la hostilidad de los hombres como ante la crueldad de los desastres naturales.

Bueno…

Viviendo en una tribu, quizás tendría otros problemas, quizás tenga otras preocupaciones, quizás sufriría de otras cosas y tendría otros valores y prioridades… pero creo que hace falta un alto. Hace falta el compromiso, la solidaridad, recobrar valores, aprender a callar, a guardar silencio, mostrar sensibilidad, empatía, entregarse a una causa por buenos fines, ayudar al prójimo desinteresadamente, valorar la vida, reírse con los desconocidos, ayudar cuando nos necesitan, alegrarse por las bendiciones de los demás, aprender a aceptar las diferencias, respetar a los demás, buscar el lado bueno de las personas, aprender a no tolerar lo intolerable, hablar cuando hay que hacerlo, dar y recibir, denunciar las injusticias, formar parte…. y ser parte de la solución.