Hay ocasiones en las que se lucha a todo vapor. Momentos en los que el optimismo y positivismo nos inunda y parece que no hay nada que pueda hacernos perder la fe y esperanza. Días en los que estamos abiertos al dialogo y a escuchar los consejos de los demás. Por el contrario hay días que nos marcan, días en los que solo queremos que una fuerza misteriosa se lleve todos los problemas y sentimos que no tenemos la capacidad de poder continuar. En esos días la cama se vuelve nuestra mejor compañera, incluso el aislarnos de los demás parece una buena alternativa. Los pensamientos nos transportan lejos, pero todos los caminos conducen a la desesperanza y frustración. La tristeza nos invade y no se entiende el por qué de tantos problemas. Se siente una terrible soledad y pesimismo. La realidad es que no hay explicación lógica que nos convenza o explique el porque de todo lo que nos acontece.
La vida tiene sus misterios. Misterios que dependiendo nuestro estado de ánimo, se pueden ver como retos o problemas. Esos misterios son enfermedades, dificultades económicas, familiares, laborales, e incluso con amistades o vecinos. El amor, desamor, pérdidas, cambios, son factores que pueden causar tristeza y que en ocasiones, nos pueden llevar a sentirnos exhaustos y extenuados. Las fuerzas parecen desaparecer porque nos cansamos de luchar, luchar y sentir que vamos a veces en contra de la corriente. En ocasiones todas las energías se concentran en algo y a pesar de poner todo nuestro empeño y fe en eso no vemos ningún cambio positivo que nos favorezca. El paso del tiempo y la continuidad de ciertas situaciones cansan, desaniman, frustran y duelen en lo más profundo de nuestro ser.
Indiscutiblemente tenemos derecho a sentirnos tristes, porque somos seres humanos que sentimos, percibimos, pensamos y actuamos. Sin embargo, lo importante es entender que todo pasa, y ese momento de desanimo pasará. Entendiendo que no se le debe dar demasiado espacio a los pensamientos dañinos, negativos y destructivos. Porque esos pensamientos nos nublan la capacidad de superar las situaciones y los momentos de crisis. Todo pasa. Hay que sustituir los pensamientos negativos por nuevos y refrescantes pensamientos. Hay cambios que son necesarios, hay decisiones que se deben tomar, hay metas que alcanzar, y lo mejor es que estamos vivos para poder lograr superar esos momentos difíciles. Debemos entender y reconocer que las cosas no siempre ocurren en nuestro tiempo, ya que hay un tiempo justo para todo. Las cosas pueden mejorar cuando mantenemos una actitud positiva y cuando nos concentramos en tomar acción en aquellas cosas que podemos hacerlo. Calma que “no es vencido sino el que cree serlo”.